Un cocinero con identidad es aquel que con el tiempo ha logrado resistir la opresión de los sistemas de trabajo, ha encontrado un equilibrio y ha dominado el control de la autosuficiencia y la energía, ese cocinero vive para lo que hace, respira lo que produce, se alimenta de sus logros como producto natural de su formación y promueve lo correcto con el fin de fortalecer la verdadera gastronomía.
Seamos honestos con nosotros mismos, observemos los productos con los que cocinamos y seamos nuestros propios críticos y reguladores de conducta, no podemos ser parte de la tendencia y modernidad abusiva de falsa información, debemos ser diferentes pero antiguos, respetuosos con lo que producimos, modernos de pensamiento sin olvidar las bases, somos nuestros propios dueños de un comportamiento que no debe de ser manejado por una corporación sino por nosotros mismos.
El cocinero con identidad genera un equipo de trabajo impulsado por las bases correctas de los procedimientos y métodos a ejecutar, no somos esclavos, somos artesanos y aplicamos nuestro conocimiento con sensibilidad y talento para generar emoción y sensaciones extraordinarias.
Es importante dejar de creer en la versión moderna del nombre “chef”, ya es incorrecto denominarse como tal cuando muchos usan el nombre por pagar una colegiatura, por salir en TV, por manifestarse como personajes de moda que solo engañan y no producen, critican y minimizan el trabajo de otros.
La identidad del cocinero es formalidad, es responsabilidad, es tenacidad y permanencia, no se trata de acciones volátiles de falso talento adornado por reflectores y efectos especiales.
La identidad no es solo soportada por uno mismo, es soportada por aquellos que te han entrenado y por los que han recibido instrucciones de ti, la identidad es la máxima remuneración de la gastronomía y solo se adopta con el tiempo; ni la compra el dinero ni se gana con un título o una carta de recomendación.
Bienvenidos a esta nueva era tirante y espantada de responsabilidades en la que pocos se atreven a formar parte de una realidad cruda y bien concentrada, por eso estamos en esto, hablando en voz alta, publicando, resistiendo y formando parte de una revolución basada en información y bases fundamentadas.
Seguiremos adelante, con buena iniciativa y ganas de fortalecer la gastronomía, por que de esto vivo y de esto moriré.
Seamos honestos con nosotros mismos, observemos los productos con los que cocinamos y seamos nuestros propios críticos y reguladores de conducta, no podemos ser parte de la tendencia y modernidad abusiva de falsa información, debemos ser diferentes pero antiguos, respetuosos con lo que producimos, modernos de pensamiento sin olvidar las bases, somos nuestros propios dueños de un comportamiento que no debe de ser manejado por una corporación sino por nosotros mismos.
El cocinero con identidad genera un equipo de trabajo impulsado por las bases correctas de los procedimientos y métodos a ejecutar, no somos esclavos, somos artesanos y aplicamos nuestro conocimiento con sensibilidad y talento para generar emoción y sensaciones extraordinarias.
Es importante dejar de creer en la versión moderna del nombre “chef”, ya es incorrecto denominarse como tal cuando muchos usan el nombre por pagar una colegiatura, por salir en TV, por manifestarse como personajes de moda que solo engañan y no producen, critican y minimizan el trabajo de otros.
La identidad del cocinero es formalidad, es responsabilidad, es tenacidad y permanencia, no se trata de acciones volátiles de falso talento adornado por reflectores y efectos especiales.
La identidad no es solo soportada por uno mismo, es soportada por aquellos que te han entrenado y por los que han recibido instrucciones de ti, la identidad es la máxima remuneración de la gastronomía y solo se adopta con el tiempo; ni la compra el dinero ni se gana con un título o una carta de recomendación.
Bienvenidos a esta nueva era tirante y espantada de responsabilidades en la que pocos se atreven a formar parte de una realidad cruda y bien concentrada, por eso estamos en esto, hablando en voz alta, publicando, resistiendo y formando parte de una revolución basada en información y bases fundamentadas.
Seguiremos adelante, con buena iniciativa y ganas de fortalecer la gastronomía, por que de esto vivo y de esto moriré.
Tomado de ( https://www.facebook.com/pages/Contacto-Gourmet/601420293205105?fref=photo )
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