Buena información para nosotros los estudiosos en cocina:
Para nosotros, quienes deseamos tener una gran formación en la Universidad, vemos con mucho anhelo graduarnos y salir a demostrarnos nosotros mismos hasta donde nuestra creatividad nos permite llegar en la cocina día tras día.. Pues compañeros habrán cosas que solo quienes sienten ese amor verdadero, para aquellos que el calor que produce una estufa, salamandra, freidora y horno a la vez no les nubla su pasión, llegaran hasta este punto donde con la experiencia incorporaran estos 25 puntos a tener en cuenta durante nuestra formación como cocineros, artistas, creativos, pero sobre todo como personas integras en nuestra profesión.
( http://www.canariasgourmet.es/25-cosas-que-nunca-aprenderas-en-una-escuela-de-cocina/ )
25 cosas que nunca aprenderás en una escuela de cocina
Con el tiempo aprendemos que la única oportunidad que tenemos para triunfar en el campo gastronómico es la preparación permanente, es mantener un nivel de aprendizaje tal que inicie desde el día en que decidimos entregar nuestra vida a la cocina y termine el día en el que nuestra alma deje de cocinar, porque en un mundo que evoluciona constantemente losCOCINEROS no podemos permitirnos quedarnos estancados en medio del temido olvido llamado “conformidad”.
Y a pesar de que la labor de muchas escuelas de cocina da grandes profesionales, hay cosas que nunca aprenderemos dentro de una de ellas, debido a que muchas variantes del aprendizaje culinario se aprenden únicamente dentro de la mejor universidad del mundo llamada “vida real dentro de una cocina los 365 días del año”, por eso podemos decirte 25 cosas que nunca aprenderás en una escuela de cocina y que nunca te enseñarán:
- A amar la cocina, las escuelas te enseñan la técnica pero si no tienes vocación para cocinar nunca sabrás como conquistar el paladar de la humanidad.
- A cocinar con el corazón, porque ni el más grande de los maestros podrá enseñarle a tu corazón a palpitar sino sientes pasión al cocinar.
- A ser creativo, la creatividad dentro de las escuelas de cocina está opacada por la intensa teoría, por lo cual si quieres ser creativo tendrás que romper las cadenas de la monotonía educativa.
- A soñar con los pies sobre la tierra, la mayoría te prepara para ser tu propio jefe más no para que aprendas desde abajo a como ser un gran líder.
- A soportar la presión de esas largas jornadas de trabajo, pues no es lo mismo pasar 5 horas a la semana por una cocina que estar en turnos de 16 horas diarias.
- A ser humilde, la humildad es un principio con el que naces y está en ti potenciarla o enterrarla bajo los egos absurdos de la vanidad culinaria.
- A lidiar con la diversidad de gustos de tus comensales, eso lo aprenderás cuando aquello que cocines sea evaluado, admirado u odiado por quienes serán tus clientes reales.
- A reconocer tus errores, no es lo mismo una mala nota en un examen que un cliente insatisfecho que no vuelva más a tu restaurante.
- A estudiar la mente de tu equipo de trabajo y a valorar el esfuerzo que cada uno de ellos hace para luchar por un objetivo ajeno a sus verdaderos sueños.
- A reconocer el talento de los demás, eso es una virtud que solo los grandes cocineros desarrollan.
- A priorizar tus sentimientos, porque solo la experiencia te permitirá plasmar sobre un plato la interpretación pura de los sabores de la gastronomía.
- A lavar con orgullo miles de platos, limpiar pisos con la cabeza en alto y limpiar el desorden del chef principal cuando aún estás en etapa de aprendizaje dentro de un restaurante.
- A escribir absolutamente todo lo que aprendes dentro de una cocina, llevar una libreta de apuntes que luego te sirva de fuente para dar forma a tu libreta mental.
- A crear tus propias combinaciones, la mayor parte de la enseñanza se fundamente en recrear recetas famosas de autores clásicos y vanguardistas, más no al potenciamiento de la cocina de autor.
- A profundizar en la investigación gastronómica, hecho que repercutiría exitosamente en la creación de nuevas tendencias culinarias.
- A marcar el ritmo de tu aprendizaje, tu eres el único que decides que aprender, como hacerlo, para que hacerlo y cómo aplicarlo.
- A ser éticos en la vida como en la cocina, el poder recae en ti, si eres ético en tus acciones triunfarás como persona y serás reconocido como profesional, caso contario fracasarás.
- A improvisar, debido a que este es un factor que se mide de acuerdo a tus capacidades para adaptarte al cambio y tomar decisiones que mantengan el pie a toda tú cocina.
- A ordenar tu mente y optimizar cada recurso que almacenas en ella.
- A superar a tus maestros, debido al temor de que seas mejor cocinero que muchos de ellos, pero recuerda que es más exitoso aquel que no necesita alardear de grandezas para serlo.
- A llevar con orgullo el título de cocinero, porque por más estudios que tengas nunca debes olvidar tu origen y esencia.
- A creer y potenciar tus raíces, porque pese a los esfuerzos de muchas escuelas en rescatar la identidad nacional aún se sigue observando cocineros poco comprometidos con su país.
- A romper las cadenas de la mediocridad, porque si quieres dejar una huella imborrable en el mundo culinario nunca te debes quedar sentado viendo como los demás avanzan.
- A seleccionar adecuadamente tu estilo culinario, área de cocina o labor gastronómica, hay una extensa variedad de cargos y seleccionar uno es muy complicado, la cocina no necesita más todólogos sino especialistas.
- A reconocer que el principal protagonista en un restaurante no eres tú como cocinero o chef, no son tus platos ni magníficas recetas, no es tu equipo de trabajo, sino es y será siempre tus comensales, a ellos te debes y para ellos trabajas.
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